Cuando entiendes la diferencia entre alimentación y nutrición entiendes muchas cosas, por ejemplo, nuestro trabajo. ¿Cuál es la diferencia?
La alimentación sería el proceso voluntario, lo que depende de ti, lo que tú eliges: hablamos de los alimentos, las recetas, el cocinar, sofreír, las texturas, los sabores, si la fruta te gusta más con piel o en batido, etc.
La nutrición, en cambio, sería el proceso involuntario, lo que no depende de ti. No insistas, no puedes hacer nada, lo siento, la vida es así. Nos referimos a todos los complejos procesos bioquímicos que se producen dentro de nuestro querido cuerpo una vez nos zampamos el alimento, llega a nuestro estómago y se divide y divide hasta convertirse en moléculas absorbibles por las células que se envían a través de la sangre para utilizarlas según necesitemos. O sea, ciclo de krebs, oxidaciones, enzimas, transporte de nutrientes, enlaces bioquímicos… un mundaco que lo flipas. Pero para que no te quedes con sabor a ácido clorhídrico, pongamos un rico plátano como ejemplo:
En el ámbito de la alimentación, un plátano es un plátano, para todos, no hay duda, puede ser de Canarias, más grande o más fino, pero es un plátano, sin más, sin menos, un plátano, una sola cosa. Pues bien, en el ámbito de la nutrición ese plátano puede significar muchísimas cosas e influirte de manera distinta en función de variables como:
De tus genes y de cómo se expresan tus genes en cada momento (fenotipo)
Metabolismo, anatomía, fisiología, flora intestinal, etc.
Del momento en el que lo ingieres
No sería lo mismo que te lo comieras nada más despertar, que antes de dormir, o antes de entrenar fuerza en el gimnasio, o durante un largo en la bici, o después de jugar un partido de tenis, o estresado en el trabajo, o tranquilo, o pasando frío, o pasando calor, o después de no haber comido nada en todo el día… no es lo mismo.
De cómo te lo comas
Frito, maduro, verde, combinándolo con qué alimentos… Un plátano maduro tiene más azúcar (hidratos simples, disponibles rápidamente por el cuerpo para utilizar) un plátano verde tiene menos disposición de azúcares, y un plátano frito tiene más grasas y más kcal. Un ejemplo fuera del plátano: no influye igual la pasta fría que caliente. Todo esto lo desarrollamos pronto en otro post en el que hablaremos de la influencia de los modos de cocción en tu rendimiento.
De la cantidad
Si eres un maldito animal y te comes tres plátanos para almorzar, su influencia no será igual que si te comes medio o, incluso, esos tres plátanos poco a poco a lo largo de todo el día. Es importante tener en cuenta que el cuerpo sólo puede absorber una cantidad de proteínas, grasas e hidratos por digestión. Si te tomas 10 pechugas en una comida porque quieres muchas proteínas, me temo que muchas de esas no podrán quedarse en tu cuerpo. Si acumulas una cantidad que no puede ser procesada por el cuerpo, esos nutrientes se acumulan en forma de glucógeno o grasa, o son evacuados.
Conclusión: Nuestro cuerpo no funciona a base de copos de avena, solomillo de pollo, bebida de soja o albóndigas de tofu. Nuestro cuerpo, cada órgano y cada célula, funcionan a base de nutrientes: proteínas, hidratos de carbono, grasas, vitaminas, minerales y agua. Nuestro trabajo consiste en conocer cada vez mejor cómo funcionas por dentro y hacer números para calcular tus necesidades nutricionales para cada momento de la semana (nutrición). Después, nos encargamos de transformar esos números en un menú semanal personalizado con recetas (alimentación) para que te guste y disfrutes comiéndotelos. Es un bonito trabajo ; )
Ahora que ya sabes la importancia de la nutrición, si buscas mejorarla, échale un ojo a nuestro servicio con nutricionista deportivo y sus tarifas.