¿Sabías que tu frigorífico puede ayudarte a mantener los alimentos frescos por más tiempo? Además de ser un lugar de almacenamiento, es clave para conservar la frescura de tus frutas y verduras, siempre y cuando lo uses correctamente.
El frío ralentiza el crecimiento bacteriano, lo que convierte al frigorífico en un aliado clave para la seguridad alimentaria. Sin embargo, no todos los alimentos se benefician de la misma manera. Conocer cómo y dónde almacenar cada tipo de producto dentro del frigorífico es fundamental para aprovechar al máximo su potencial y mantener tus alimentos frescos por más tiempo.
¡Descubre cómo conservar alimentos en la nevera este post!
¿Dónde colocar cada alimento?
Como decía, y sigue diciendo mi madre… “cada mochuelo a su olivo”. Y es que, cuando se trata de ordenar, merece la pena que todo esté en su sitio.
La distribución idónea para guardar los alimentos en el frigorífico sería la siguiente:
- Estantes superiores: productos lácteos, huevos, postres refrigerados y conservas abiertas.
- Estantes centrales: alimentos cocinados, quesos, curados, pasteles, embutidos y alimentos ahumados.
- Estantes inferiores (zona más fría): carne y pescado fresco.
- Productos en descongelación.
- Cajones (mayor temperatura): frutas y verduras por separado.
- En la puerta (zona con más oscilaciones de temperatura): Bebidas, mantequilla, margarina, mermeladas y salsas.
El queso
El queso es un alimento vivo que debe mantenerse en un lugar fresco. Se recomienda guardarlo en la nevera y sacarlo unos minutos antes de comerlo para que alcance la temperatura ambiente.
Los quesos de pasta blanda, como el queso Burgos o el Fresco, se conservan mejor entre 4 y 8 grados, por lo que es ideal colocarlos en la parte alta del frigorífico. En cambio, los quesos duros y curados deben mantenerse entre 8 y 12 grados, por lo que es mejor guardarlos en la parte inferior o en los cajones del frigorífico.
Para evitar que el frío reseque el queso, es importante elegir el envoltorio adecuado: el queso fresco debe guardarse en un recipiente hermético con papel de cocina, cambiándolo a diario; el queso tierno y el semicurado o curado deben envolverse en papel microperforado o de horno, permitiendo que respiren sin secarse.
Los huevos:
¿Dentro o fuera de la nevera? Ambas opciones son válidas. Los huevos no se refrigeran en supermercados para evitar cambios de temperatura que puedan causar condensación y contaminación, ya que su superficie porosa facilita la entrada de bacterias. Sin embargo, en casa es mejor conservarlos en la nevera para mantener una temperatura constante y prolongar su frescura.
Al guardar huevos en la nevera, es importante no cambiarlos de ubicación para evitar el riesgo de intoxicación. Deben mantenerse en su caja para evitar fisuras, no lavarse antes de almacenarlos, y siempre respetar la fecha de consumo. Además, es un error guardarlos en la puerta del frigorífico debido a las fluctuaciones de temperatura. La mejor ubicación es en la parte superior, dentro del frigorífico, donde la temperatura es más estable.
Carne y el pescado
La carne y el pescado son dos de los alimentos frescos más delicados y perecederos, especialmente el pescado. Para mantenerlos en óptimas condiciones y evitar que se desarrollen patógenos, es fundamental seguir ciertas recomendaciones tanto al refrigerarlos como al almacenarlos.
Consejos refrigeración para conservar alimentos en la nevera
Tan pronto como llegues a casa con carne y pescado, colócalos en el frigorífico a la mayor brevedad posible, idealmente entre 0º y 4ºC. Es crucial que estos alimentos se enfríen rápidamente para recuperar la temperatura adecuada. Para evitar la contaminación, envuélvelos en papel film o papel de aluminio antes de guardarlos. Aquí tienes una guía rápida sobre cuánto tiempo pueden permanecer frescos en la nevera:
- Carne en trozos o filetes: 3-5 días.
- Carne picada: 1-2 días.
- Carne envasada: 4 días más de lo habitual.
- Pescado blanco (como lubina o bacalao): 3 días.
- Pescado graso (como salmón o trucha): 2 días.
- Pescado muy graso (como sardinas o boquerones): consumir al día.
Recuerda que cocinar estos alimentos reduce significativamente la carga bacteriana, ayudando a extender su vida útil si se refrigeran adecuadamente.
Consejos almacenamiento:
Para evitar ensuciar la nevera o contaminar otros alimentos, guarda la carne y el pescado en la parte inferior del frigorífico, justo encima de los cajones. Algunos frigoríficos tienen cajones especiales a 0ºC, perfectos para conservar estos productos.
Si tienes pescado, sácalo del embalaje, enjuágalo con agua fría, retira las vísceras y sécalo con papel de cocina. Colócalo en un envase con rejilla para que los jugos se drenen, y añade un poco de hielo picado si quieres mantener una temperatura aún más baja. Evita dejar el pescado en agua, ya que puede perder nutrientes.
Para los filetes de pescado, asegúrate de no apilarlos, ya que la humedad adicional puede favorecer el crecimiento de bacterias. En general, sigue estas recomendaciones para asegurar que tu carne y pescado se mantengan frescos y seguros hasta el momento de cocinarlos.
Las frutas y verduras:
Conservar frutas y verduras adecuadamente es esencial para nuestra economía, salud y el medioambiente.
Reconocer las fases de maduración de estos alimentos ayuda a elegir los productos óptimos y a prolongar su vida útil en casa. Esto no solo mejora su valor nutricional, sino que también combate el desperdicio alimentario al evitar que se deshechen prematuramente.
¿Qué alimentos guardar en la nevera?
El uso de electrodomésticos como frigoríficos o congeladores facilita el proceso de conservación, ya que el frío ralentiza los procesos biológicos naturales mediante los cuales los vegetales se van degradando.
Sin embargo, también se puede dar el caso contrario, ya que en algunos casos las bajas temperaturas pueden tener un efecto contraproducente al conservar ciertos alimentos.
Aquí dejamos una orientación sobre la temperatura a la que conservar los grupos de alimentos principales:
- Carnes de 0° a 2°
- Pescados de 1° a 2°
- Verduras de 2° a 7°
- Frutas de 2° a 7°
- Lácteos de 0°/2° a 4°
- Huevos de 1° a 2°
La humedad o la presencia cercana de otras comidas, también pueden influir en las características organolépticas de algunos alimentos (sabor, color, textura, olor…) e incluso que tengan menor valor nutricional.
Por eso es interesante saber qué alimentos nos conviene guardar en la nevera y cuales no ¡Vamos allá!
Alimentos para guardar fuera de la nevera:
- Manzana
- Aguacate
- Granada
- Papaya
- mango
- Patata
- Cítricos
- Ajos
- Pera
- Berenjena
- Pimiento
- Pepino
- Calabaza
- Cebolla (deben estar en un lugar fresco y oscuro pero jamás deben guardarse junto a las patatas)
- Hierbas aromáticas (se conservar mejor en un vaso de agua cubierto con una bolsa de plástico)
- Caqui
- Plátano
- Tomate
- Piña
- Sandía y melón (sin cortar)
Alimentos para guardar dentro de la nevera:
- Plátano, piña, mango, aguacate y pera maduros
- Melón cortado
- Sandía cortada
- Albaricoque
- Melocotón
- Frutos rojos
- Fresas
- Verduras de hoja
- Champiñones
- Zanahoria
- Brócoli
- Cereza
- Uvas
- Ciruela
- Espárragos
Consejos de conservación:
Si nos centramos en las frutas y las verduras, debes tener en cuenta que son sensibles al frío extremo, por eso se conservan mejor en los cajones del frigorífico, donde la temperatura es más cálida (8ºC – 10ºC). Lavarlas bien antes de guardarlas ayuda a eliminar suciedad y partes no comestibles, y asegurarse de que estén completamente secas evita la proliferación de bacterias.
También es recomendable retirar las partes dañadas para mantenerlas en buen estado. Las hortalizas de hoja, como lechuga y espinacas, suelen durar más en sus envases originales. Además, al conservarlas enteras y con piel, frutas y verduras mantienen sus nutrientes por más tiempo.
Hasta aquí los consejos básicos, pero si nos ponemos frikis con el tema, hay algunos consejos más que merece la pena tener en cuenta.
Consejos nivel pro:
Pero esto no queda aquí. Hay algunos truquitos que nos pueden hacer sacar mayor partido a algunos alimentos de forma específica:
- Espárragos: Mantén los espárragos en un tarro con agua en la nevera, cortando los extremos y cambiando el agua cada 2 días. Duración: 1 semana.
- Zanahoria y apio: Conservar en un recipiente con agua o envueltos en papel húmedo. Corta las hojas de las zanahorias. Duración apio: 2 semanas, zanahorias: 1 mes.
- Coles: Guarda en bolsas perforadas o en un recipiente con agua, cambiando el agua cada dos días. Duración: 5 días
- Uvas y ciruelas: Lávalas, sécalas y guárdalas en un cuenco en la balda superior del frigorífico. Duración: 1 semana
- Fresas: Sumérgelas en agua con vinagre y bicarbonato, sécalas y guárdalas en un recipiente con papel. Duración: 6-7 días
- Aguacate: Guarda la mitad con hueso en un recipiente con agua. Duración: 3 días
- Espinacas: Lávalas, sécalas y guárdalas en un recipiente con papel absorbente. Duración: 1 semana
- Lechuga o escarola: Lava con vinagre y agua, seca y conserva en la nevera con papel absorbente. Duración: 7-9 días.
¿Cómo evitar las intoxicaciones alimentarias en casa?
Hay muchas cosas que podemos hacer para evitar intoxicaciones alimentarias. Las hemos resumido en estos 12 tips:
- Lávate las manos: Siempre antes de cocinar y después de tocar carne cruda.
- Tablas separadas: Usa tablas de cortar diferentes para carne cruda y alimentos listos para comer.
- Cocina bien: Asegúrate de que carnes y pescados estén bien cocidos.
- Refrigera rápido: Guarda los alimentos perecederos en la nevera lo antes posible.
- No mezcles: Mantén los alimentos crudos separados de los cocidos en la nevera.
- Descongela seguro: Descongela en la nevera, no a temperatura ambiente.
- Limpia todo: Lava y desinfecta utensilios y superficies después de usarlos.
- Usa envases herméticos: Almacena bien los alimentos para mantenerlos frescos.
- Vigila las fechas: Usa los alimentos antes de que caduquen.
- Recalienta bien: Asegúrate de que las sobras estén bien calientes antes de comerlas.
- Cambia trapos y esponjas: Renueva estos elementos frecuentemente para evitar bacterias.
- Confía en tus sentidos: Si algo huele o se ve raro, mejor no lo comas.
Ahora si, con esto ya puedes cocinar fuera de peligro 😉