El alcohol puede tener efectos negativos en diferentes funciones corporales muy importantes para los deportistas, alterando varios procesos que afectan tanto al rendimiento como a la recuperación.
¿Qué efectos tiene el alcohol en el rendimiento?
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Baja energía
La vitamina B3 (niacina) se transforma en el cuerpo en una molécula conocida como NAD (nicotinamida adenina dinucleótido), una de las funciones de esta molécula es descomponer la glucosa para poder utilizarla como fuente de energía. La niacina, también es utilizada por el hígado para eliminar el alcohol de nuestro cuerpo.
Si nuestras reservas de NAD se utilizan para descomponer el alcohol, su uso para descomposición de glucosa como fuente de energía se limita, de forma que los músculos no reciben energía suficiente para rendir durante el ejercicio.
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Deshidratación
El alcohol es un diurético que favorece la pérdida de líquidos, contribuyendo a la deshidratación y a desequilibrios electrolíticos, lo que, a su vez, aumenta el riesgo de calambres, distensiones musculares y recuperación más lenta.
La deshidratación afecta a la función muscular y puede llevar a una disminución de rendimiento tanto en entrenamientos como en competiciones.
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Deterioro crecimiento muscular
El consumo excesivo de alcohol afecta al crecimiento muscular al interferir en la síntesis de proteínas musculares, necesarias para construir y reparar músculo después del ejercicio, reducir los niveles de testosterona y afectar a la recuperación.
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Disminución de la testosterona
La testosterona es una hormona asociada con el crecimiento muscular y presente, sobre todo, en los hombres. El consumo de alcohol es responsable de la producción de una sustancia tóxica en el hígado que provoca menor producción de testosterona, inhibiendo el crecimiento muscular y aumentando la hormona catabólica del cortisol.
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Recuperación Óptima
El consumo de alcohol puede interferir en la recuperación porque altera el almacenamiento de glucógeno, disminuye los porcentajes de rehidratación ejerciendo un efecto supresor sobre la hormona antidiurética y afecta a la síntesis de proteínas musculares necesarias para la adaptación y reparación.
Es una sustancia psicoactiva que ralentiza el funcionamiento del sistema nervioso, afectando a la concentración, coordinación, capacidad de reacción y a las habilidades psicomotoras imprescindibles para realizar una actividad deportiva de manera satisfactoria.
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Más probabilidades de lesión
Como hemos visto, consumir alcohol provoca deshidratación y debilita los músculos y ligamentos, además de afectar a la coordinación, el equilibrio y la capacidad de reacción, aumentando la probabilidad de lesiones durante la práctica deportiva.
¿Qué hace el alcohol a los músculos?
Cuando entrenamos provocamos un “daño” muscular, en respuesta a esto, nuestro cuerpo se adapta y regenera y reconstruye esos tejidos musculares. Consumir alcohol después del ejercicio muscular puede frenar el proceso por el que se repara el efecto causado por el entrenamiento, retrasando la recuperación muscular y manteniendo el dolor causado más tiempo.
¿Cómo afecta el alcohol a la capacidad física?
El etanol del alcohol afecta al sistema nervioso central, alterando la coordinación, el tiempo de reacción y la psicomotricidad. En el ejercicio, puede reducir la fuerza, la potencia, la tolerancia muscular y la velocidad, además de afectar a la regulación de la temperatura corporal en ambientes fríos.
Puede provocar cambios patológicos en el hígado, pudiendo causar hígado graso e incluso derivar en necrosis o inflamación y finalmente en cirrosis. Además, el hígado prioriza el metabolismo del alcohol respecto a otras sustancias, pudiendo provocar acumulación de grasas y afectando a la composición corporal.
Por otra parte, provoca una disminución de hormonas clave para el rendimiento como la testosterona o la hormona del crecimiento, esenciales para la recuperación muscular y el desarrollo de masa muscular, limitando la capacidad de adaptación al entrenamiento.
¿Qué pasa si hago ejercicio y después consumo alcohol?
Como hemos visto, uno de los principales efectos es sobre la recuperación muscular. El alcohol provoca deshidratación e impide la reposición de glucógeno en el músculo, ocasionando más fatiga muscular mantenida en el tiempo. Además, puede afectar al sueño profundo, impidiendo un buen descanso y afectando a la recuperación y rendimiento.
Estudios han demostrado que el consumo de alcohol (1g/kg de peso corporal) disminuye el pico de fuerza máxima respecto al test realizado antes de la ingesta.
¿Los deportistas metabolizan el alcohol más rápido?
El alcohol se absorbe en el tracto gastrointestinal de forma casi instantánea y llega a la sangre. La cantidad de alcohol que llegue va a depender de varios factores como el sexo, la edad o los alimentos ingeridos, entre otros. Una vez en el organismo, el metabolismo del alcohol se produce mayoritariamente en el hígado gracias al alcohol deshidrogenasa que convierte el etanol en acetaldehído, un compuesto tóxico.
A la vez que se metaboliza el alcohol, también se procesan otros alimentos, pero el cuerpo prioriza el etanol, ya que lo considera una sustancia tóxica y quiere eliminarlo rápidamente. El metabolismo del alcohol depende principalmente de la salud del hígado y otros factores como la edad o el sexo. Aunque los deportistas tienen una mejor composición corporal y su metabolismo suele ser más eficiente, no pueden metabolizar el alcohol más rápido.