La kombucha ha conquistado el mundo del bienestar con su sabor único y sus posibles beneficios para la salud. En este artículo te contamos todo lo que necesitas saber sobre esta bebida milenaria: qué es, cómo se elabora y por qué cada vez más personas la eligen.
¿Qué es la kombucha?
Definición y origen de la kombucha
La kombucha es una bebida fermentada, dulce y efervescente elaborada a partir de té (verde o negro), azúcar y un simbiótico de bacterias y levaduras conocido como SCOBY. Se consume fría y ha ganado popularidad en los últimos años por sus posibles beneficios sobre la salud.
Originaria de la región de Manchuria, en el noroeste de China, durante la dinastía Han (sobre el año 206 a.C.). Desde allí, se extendió a Japón y Rusia. La leyenda dice que la inventó un médico coreano llamado Kombu, que habría usado esta bebida como tratamiento para el emperador japonés Inkio, con la que salvó su vida.
Otra teoría sugiere que el nombre proviene de la combinación de “kombu” (un tipo de alga) y “cha” (Té en japonés).
Proceso de fermentación y componentes principales
La fermentación de la kombucha se lleva a cabo mediante el SCOBY, que transforma el azúcar en ácidos orgánicos, gases y otros compuestos bioactivos. Este proceso dura entre 7 y 30 días, dependiendo de la temperatura y condiciones ambientales. El resultado es una bebida con sabor ácido y ligeramente carbonatado.
Durante el proceso se producen diferentes compuestos, entre ellos:
- Ácido acético: con propiedades antimicrobianas
- Ácido glucurónico: implicado en procesos de desintoxicación hepática
- Vitaminas del grupo B: B1, B2, B6 y B12
- Vitamina C: efecto antioxidante
- Enzimas y polifenoles: contribuyen a la actividad antioxidante
Es común saborizar la kombucha con frutas, hierbas o especias durante una segunda fermentación para mejorar su sabor y añadir propiedades adicionales.
Beneficios potenciales de la kombucha
Aunque muchos beneficios provienen de estudios en animales o investigaciones preliminares, se han identificado varios efectos positivos potenciales.
Mejora de la salud digestiva
La kombucha contiene probióticos, microorganismos vivos que pueden contribuir al equilibrio de la microbiota intestinal. Estos probióticos pueden mejorar la digestión y fortalecer el sistema inmunológico.
Propiedades antioxidantes
Los polifenoles presentes en el té, como las catequinas y las teaflavinas, poseen propiedades antioxidantes. Durante la fermentación, estos compuestos pueden transformarse en formas más biodisponibles, aumentando su capacidad para neutralizar radicales libres y reducir el estrés oxidativo.
Fortalecimiento del sistema inmunológico
Además de los probióticos, la kombucha contiene compuestos como el ácido acético y el ácido glucurónico, que puede tener efectos antimicrobianos y apoyar la función inmunológica.
Posibles riesgos y consideraciones de seguridad
Efectos secundarios comunes
Aunque la kombucha es segura para la mayoría de las personas cuando se consume con moderación, su consumo excesivo o una preparación inadecuada puede provocar efectos adversos, entre ellos:
- Problemas digestivos: Como hinchazón, gases o diarrea
- Dolores de cabeza y mareos: Posiblemente debido al contenido de cafeína o alcohol
- Reacciones alérgicas: en personas sensibles a alguno de sus componentes
- Acidosis metabólica: en casos más raros de consumo excesivo
Precauciones en su consumo
Ciertos grupos de población, como las mujeres embarazadas o lactantes, no tienen recomendado consumir kombucha debido, tanto a su posible presencia de alcohol (menos del 0.5%), como a la posible presencia de bacterias no pasteurizadas. Tampoco se recomienda su consumo en niños pequeños por su sistema digestivo en desarrollo. ni en personas con sistemas inmunológicos debilitados, que podrían ser más susceptibles a infecciones.
Cómo preparar kombucha en casa
Ingredientes necesarios
Para elaborar Kombucha en casa, necesitarás:
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- Agua filtrada, sin cloro.
- Té verde o negro: Preferiblemente de buena calidad
- Azúcar blanco
- SCOBY: Es el iniciador de la fermentación.
- Líquido iniciador (kombucha de un lote anterior).
- Un recipiente con boca ancha de vidrio
- Un paño de algodón para proteger el cultivo.
Paso a paso de la preparación
Vamos con la receta básica para preparar 1 litro. Si tu tarro es más grande y quieres hacer más cantidad, simplemente ajusta las cantidades de forma proporcional:
- Calienta 1 litro de agua, pero sin que llegue a hervir. Lo ideal es que alcance unos 80 °C.
- Infusiona 3 cucharadas bien colmadas del té que hayas elegido (tiene que ser té verde o negro, de la familia Camellia sinensis). Déjalo reposar 10-15 min, cuanto más amargo, mejor, señal de que ha liberado bien sus taninos.
- Añade 70 gramos de azúcar blanco y remueve hasta que se disuelva por completo.
- Deja enfriar completamente. Es importante no añadir el SCOBY mientras el líquido esté caliente, ya que podrías dañar o matar las bacterias y levaduras vivas.
- Una vez el té esté a temperatura ambiente, añade el SCOBY junto con unos 200 ml de líquido iniciador.
- Cubre el recipiente con la tela de algodón y sujétala con una goma para que quede bien firme.
- Ahora toca esperar. Déjala fermentar de 7 a 30 días en un lugar oscuro y templado (de 22 a 27ºC)
- Pruébala periódicamente a partir del día 7, a más tiempo de fermentación, menos azúcar y más acidez.
- Cuando esté lista, retira el SCOBY y guarda un 20% del líquido para futuras preparaciones y embotella el resto en botellas herméticas.
- Si quieres experimentar con sabores, puedes añadir frutas, especias o zumos para saborizar. Déjalo fermentar por segunda vez de 2 a 4 días para carbonatar.
Consejos para una fermentación segura
- Controla el PH. Debe estar entre 2.5 y 4.5. Usa un medidor sencillo (de piscina o acuarios) y siempre fuera del tarro
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- Lava bien utensilios y manos antes de manipular el SCOBY
- Mantén el tarro a una temperatura estable y adecuada.
- No uses recipientes metálicos o de plástico pueden reaccionar con los ácidos o liberar tóxicos
Variantes y sabores de la kombucha
Añadiendo frutas y especias
Puedes experimentar preparándola con otras infusiones ricas en taninos como la hierba luisa, el tomillo o el romero. Evita las infusiones como el rooibos que no contiene taninos.
Además, puedes personalizarla con sabores naturales añadiendo zumos de frutas, por ejemplo, de piña o arándanos, raíces como el jengibre o la cúrcuma, hierbas como la hierbabuena, especias como la canela, verduras…
Kombucha comercial vs. casera
Con la kombucha casera tenemos la posibilidad de controlar la calidad de los ingredientes que utilizamos y manipular el sabor final. Es más económica y si se hace bien, su contenido en antioxidantes y vitaminas puede ser superior a la comercial.
Lo bueno de la comercial es que es más segura a nivel microbiológico (pasteurizada o controlada) y con menor graduación alcohólica (menos del 5%). La casera puede tener más alcohol (Entre 1 y 2.5%) dependiendo del tiempo de fermentación.
Conclusiones y recomendaciones finales
La kombucha puede ser una bebida interesante dentro de una dieta saludable. Tiene potenciales beneficios digestivos, antioxidantes y metabólicos, aunque es importante no caer en la idea de que es una bebida “mágica”. Aún se necesitan más estudios en humanos para confirmar muchos de sus efectos.
Lo mejor: puede ser una excelente alternativa a los refrescos azucarados o bebidas energéticas si la preparas en casa con mimo y moderación.